ARTES Y COSTUMBRES EN LOSPUEBLOS DE SIERRA MAGINA

Bisabuela  Josefa haciendo media
En los años 1920, las abuelas hacían las rebecas, calcetines, bufandas y demás cosas de lana para toda la familia.

Medias de seda. 
Más adelante en los años 1920, llegan las medias de seda, las faldas se ponen de moda a media pierna, lo que le da a las señoritas y señoras un refinamiento en la forma de vestir.


En los años 1950, llegan las medias de Cristal  "nylon". con costura.
La década de los 50 representó el retorno de la moda para la mujer. Después de que la Segunda Guerra Mundial terminara, y que los hombres hubieran regresado a casa, las mujeres querían verse glamurosas y sofisticadas. Las señoritas usaban sombreros y guantes blancos. Los vestidos tenían polleras que llegaban a la pantorrilla. Debajo de sus polleras y vestidos, las mujeres usaban medias conocidas como "nylon" o "medias de cristal". Esas medias sólo llegaban hasta la mitad del muslo. Para prevenir que se cayeran, las mujeres sostenían sus medias uniendo la parte central de la parte delantera y trasera de la media a fajas y portaligas.

Las medias de Cristal o de nylon fueron avanzando hasta el día de hoy.
Había dos opciones principales en medias para la mujer: con costura o sin costura. Después de hacer esa elección, las medias con costuras tenían una costura que iba desde el talón de la media todo el camino hasta el borde superior. Dado que las costuras corrían por el centro y parte posterior de la pierna, las mujeres tenían que mirarse en un espejo para ver si estaban derechas o pedirle a su esposo o novio que comprobará la rectitud de la línea antes de que aparecieran en público. Que estuvieran torcidas era un crimen contra la moda.


Dos elegantes señoritas. la de la izquierda doña Manuela Gonzalez mama de Pedro Amezcua.  y  doña Tomasa   madre de Maria, cuñadas y habitaban en la calle Llana.
Las medias sin costura debutaron en Gran Bretaña en 1952. La respuesta temprana fue tibia. Se asoció a las medias sin costuras con las piernas desnudas, y se vio como algo indigno. Por otra parte, las mujeres extrañaban el soporte y el modelado de la figura que las medias con costura brindaban.

Día de los difuntos,  visita al cementerio,  nombres de derecha a izquierda, doña Manolita Feligreras,  hermana de doña Pura la de Alejandro el maestro, doña Martina San Nicolas, y doña Juanita Lozano.
maquina de reparar medias de Cristal.
En Jimena se reparaban las medias de Cristal, esta labor de coger los puntos rotos, que ocasionaban las carreras en las medias. En las medias negras, las carreras, hacía muy feo pues daba el cante los puntos para abajo, de hay viene "se me ha hecho una carrera en la media", ésta profesión nueva se desarrolló primero sin máquina, con un vaso y una aguja de crochet se subía punto por punto hasta llegar a la rotura, luego salió la máquina y esta labor era mas rápida.

Tres elegantes señoritas de Jimena.


Manolita la de Segundo.
A esta señora se la conocía y se la conoce hasta ahora, con nombre de Manolita la de las medias.

La señora Basilisa  haciendo ganchillo o crochet.
Ústed y yo lo llamamos crochet, al igual que los franceses, los belgas y la gente de habla hispana excepto España donde se llama ganchillo.



Adorno de vestidos

Zapatitos


















Otras formas del trabajo hecho a mano que hacen punto, bordado y que se teje se pueden fechar muy lejos en el tiempo, gracias a los hallazgos arqueológicos, escritos, fuentes y las representaciones ilustradas de varias clases. Pero nadie está absolutamente seguro cuándo y dónde el crochet consiguió su comienzo. 

La maquina de coser era un lujo en los hogares en aquellos entonces.

Se comienzan a vender las primeras máquinas de coser en algunas zonas de nuestro país, a través de comerciantes que le compraban a la compañía y después le vendían al público en las condiciones que a cada quién le parecían mejor.

Bisabuela,  cosiendo.

Las máquinas de coser eran muy valoradas, se cosía todo en el hogar. La costura se realizaba en casa, en aquellos tiempos se ponían muchos remiendos, en sábanas y en vestimentas.
La mocitas se preparaban el ajuar. 
Las mocitas en edad casadera ellas mismas se confeccionaban el “ajuar” se hacían la ropa interior, ropa de casa, unas veces a máquina y otras veces a mano.

Bordadora.
La profesión de bordadora estaba muy solicitada, en Jimena había varias madres con hijas y empezaban pronto a prepararle el “ajuar”, pues este se exponía para que las gente lo viera, esta exposición duraba una semana, después lo trasladaban a la casa de los futuros esposos.

Señora haciendo encajes de bolillos.
En la actualidad, diversos documentos demuestran la existencia de un encaje español en épocas remotas, con anterioridad a otros países europeos. Tan antiguos como los tejidos del ajuar funerario de la Cueva de los Murciélagos en Albuñol (Granada), donde se encontraron más de cincuenta esqueletos vestidos con atuendos de esparto realizados con tejidos especiales. O las pinturas rupestres del Paleolítico que presentan figuras humanas con adornos flotantes, a modo de flecos, que debieron hacerse con tejidos de fibras vegetales, cabellos y correas; desarrollaban nuevas técnicas (trenzado, punto de malla y costura).

Almohadilla

Abanico de bolillos


Mundillo




Pañuelo

Mantelito
 El Encaje

Se denomina encaje a un tejido decorativo de hilos finos (metal, seda, lino, algodón, etc), que se fabrica con aguja, bolillos, ganchillo o bien a máquina, sin tener otro tejido o red independiente que le sirva de apoyo.
Dentro de esta amplia definición de encaje podemos decir que el encaje de bolillos es un encaje realizado a mano entrelazando hilos sobre una almohada siguiendo un dibujo previamente realizado en cartón o picado.

Cartulina o Picado,  guía para seguir la labor de los encajes de bolillos.
Manton de Manila.

El mantón es originario de China, está bordado a mano en seda, los primeros que se conocen son del siglo XVI. En un principio eran colchas o piezas de tela cuadradas. Éstas llegaban a Manila, de allí los trasportaban a España con otros artículos como especias. En realidad hasta finales del siglo XVIII no empezó a popularizarse en nuestro país.
Señora haciendo los flecos del mantón.

El mantón de manila entraba principalmente por Sevilla en la ruta de las Indias, donde se les añadían los flecos, a mejor fleco más rico era el mantón.
La mujer luce con  glamours el manton.

El Mantón y las sedas .
Colcha de Manila, en los años 1930 era obligado en los ajuares llevar esta prenda.

Luego el bordado se fue españolizando y los motivos cambiaron a flores, sobre todo los claveles, tan nuestros .


La moza tenía pañuelo azul claro por la cabeza y un mantón sobre los 
hombros, y en el momento de ver al delfín se infló con él, quiero decir que hizo ese característico arqueo de brazos y alzamiento de hombros con que las madrileñas del pueblo se agasajan dentro del mantón, movimiento que les da cierta semejanza con una gallina que esponja su plumaje y se ahueca para volver luego a su volumen natural.
Fortunata y Jacinta cap III Pérez Galdós.
Forma de lucir la Mantilla en el S. XVII  mas recogida.


Exvoto de los Iberos.

El origen de la mantilla puede remontarse a la cultura ibérica, en la que las mujeres usaban velos y mantos para cubrirse la cabeza.
Saliendo de procesión con el Resucitado,  la señorita que lleva la bandera Dionisia, a la derecha Juana Medina, a la izquierda Sebastiana León
En el S.XVII, empieza a usarse la mantilla de encaje, como se aprecia en algunos retratos femenino de Velázquez formando parte del guardarropas de mujeres del “pueblo”. En el s. XVIII, su uso se generalizó en las damas cortesanas y de alta condición social.
En este mismo siglo las mantillas de paño y seda fueron sustituidas totalmente por las de encaje. 






Procesión años 1950, en el centro doña Juanita Ramirez, a la derecha doña Encarna Roa y a la izquierda doña Juana Medina.
Durante la Edad Media, la mujer siguió usando tocados muy variados, algunos de ellos con ciertas influencias árabes.


Procesión por la carretera alta, doña Juana Molina con mantilla negra, le sigue su hermano Francisco Molina  ( Kiko ), las dos señoritas de  que portan la bandera, derecha Adela la de Fernando el herrero, mantilla blanca y  Pepita Granados.

 Fué, pues en el S. XIX, cuando la mantilla adquirió una relevante importancia como tocado distinguido de la mujer española. La reina Isabel II, gran aficionada a los encajes, la impulsó. Tanto ella como sus damas la lucieron en numerosos actos.

Forma de lucir la mantilla si peineta, este tipo de lucimiento servia para acompañar, bien a los novios como madrina, o en fiestas siempre de acompañamiento pues esta prenda no se podían sentar.  
Durante el reinado de Amadeo de Saboya y su esposa María Victoria, el rechazo hacia ellos y las costumbres foráneas fueron protagonizando por las mujeres, que se manifestaron por las calles madrileñas, llevándolas  en lugar de sombreros. La clásica mantilla y peineta española, un hecho que pasó a la historia como “ la conspiración de las mantillas”.

Intento ponerles nombre, son de Jimena, derecha Bernabela hija de Maria Dolores la pasanta, Lola Popéz, María León, Manolita la Pasanta, Juana la de Juan Alonso, Isabelita Molina, Patricio, Isabelita Torres, Manolo Piñas, Cati Molina

Virgen del valle
Esperanza Macarena, con la mantilla de perfil
Esperanza Macarena







la peineta llamadas de careis 






Bordado de mantilla en tul.

Plantilla de mantilla, es donde se pone el tul y se perfila la mantilla.



Procesión de los años 1950,  de derecha a izquierda, doña Lola la comadrona, doña Matilde Gamez, doña Adela la hija de Fernando el herrero, le sigue la hija de Gines, doña  Blasis Mejias y doña Mari Carmen Torres.
Bellas señoras luciendo la mantilla y la peineta en Semana Santa. de izquierda a derecha, don Calixto Torres, doña Josefa González, y doña Paquita Roa.




Caminando por los pueblos de Mágina, buscando mi infancia.
La historia cada uno la cuenta como la vivió, así la viví y así os la cuento.